martes, 29 de noviembre de 2011

La vacuna del papiloma humano.


La semana pasada saltó la noticia en Murcia: tres niñas ingresadas en el Hospital de Caravaca por sufrir una reacción a la vacuna del virus del papiloma humano. Sufrían convulsiones y de las tres una de ellas fue dada de alta a los dos días del ingreso pero al día siguiente tuvo que volver. Punto, no se ha vuelto a hablar sobre el tema no se sabe si su estado ha mejorado o ha empeorado. Y yo en particular como madre de una niña me quedo bastante preocupada porque no es la primera noticia. Hace unos años en Valencia se dio un caso parecido entonces dijeron que era una partida en mal estado de la vacuna. Sin embargo recuerdo que a partir de esta noticia en una cadena de radio se hizo un programa especial y fueron muchos los padres que llamaron para dar testimonio de los casos de sus hijas, niñas sanas que al ponerse la vacuna empezaron a sufrir problemas neurológicos diversos que iban desde las convulsiones hasta la perdida de la movilidad y aunque todos los padres atribuían estos problemas a la vacuna, pues antes de ponérsela sus hijas estaban completamente sanas los médicos no reconocían estos síntomas como producto de una reacción a la vacuna.

No soy sospechosa de tener fobias a las vacunas, en absoluto, mis hijos están vacunados de todas las correspondientes del calendario de vacunas e incluso de alguna más que el pediatra me ha recomendado y soy perfectamente consciente que toda vacuna es susceptible de producir una reacción. Pero una va sopesando los pros y los contras y ante la idea de que mi hij@ pueda sufrir una meningitis o un sarampión creo que lo más sensato es correr el mínimo riesgo que ofrece una vacuna para poder evitar un mal mayor. En la vacuna del papiloma parece que ocurre al revés, el riesgo de la vacuna es mayor que la propia enfermedad en sí. Porque aunque estamos hablando de un virus que puede provocar cáncer de cuello de útero tenemos que tener en cuenta que no es una epidemia sino que la incidencia de casos en España es baja, que tanto la inmunidad natural de las mujeres como las citologías preventivas y el tratamiento posterior resultan bastante eficaces para luchar contra esta enfermedad y otra cosa más tampoco se sabe cuando puede durar la inmunidad que esta vacuna ofrece.

Y a pesar de todo esto como madre todavía me planteo la conveniencia o no de poner a mi hija esta vacuna. Nunca sabemos lo que el futuro deparará y no sé si algún día puedo arrepentirme de no habérsela puesto pero también me dan mucho respeto los efectos secundarios que pueden provocar que van desde convulsiones hasta la muerte. Es un riesgo muy, muy alto la verdad.

Ojalá dejásemos de ser meros números para las autoridades sanitarias y se mostrasen claras y transparentes sobre estos casos tan difusos y fuesen capaces de asumir los errores y dar marcha atrás a tiempo pero eso es una quimera imposible.

Os dejo un par de enlaces bastante interesantes sobre la vacuna del papiloma humano:

http://www.larepublica.es/spip.php?article9283

http://www.aavp.es/




sábado, 26 de noviembre de 2011

El informe de Brodeck


Tenía este rinconcito descuidado, con la de ideas que tengo para escribir aquí pero por una cosa u otra lo he ido  dejando. Así que ya es hora de ponerse las pilas y empezar en serio, tengo dos entradas anteriores pero son meras referencias porque la idea de "lecturas" es comentar aquellos libros que más me han impactado, gustado, entretenido, evadido, etc. En definitiva compartir mis lecturas porque me apetece mucho comentar todos los libros que de una forma u otra me han dejado huella.

El primer libro elegido es "El informe de Brodeck" de Philippe Claudel precisamente porque es de esos libros que tienes la imperiosa necesidad de comentar con alguien y curiosamente no he encontrado a nadie que lo hubiese leído. Es más lo he prestado a ver si había suerte pero nada. Porque es un libro difícil de leer, no porque el autor no narre bien que sí que lo hace sin embargo la historia tarda en dibujarse pero cuando lo hace no puedes creer lo que estas leyendo y por supuesto no puedes dejar de hacerlo. Es una historia en la que descubres lo más miserable de la naturaleza humana pero también lo más grande.

Brodeck recibe el encargo del alcalde de su pueblo, un pequeño pueblo perdido entre las montañas, de realizar un informe sobre un hecho ocurrido en él: la misteriosa muerte de un extranjero, un extraño personaje al que llaman "Der Anderer" (el otro), que hacía poco había llegado al pueblo y de la que todos los habitantes se confiesan autores. Brodeck comienza a redactar su informe pero a la vez y de una manera ingenua y casi fugaz va destapando retazos de su vida, pequeños fragmentos que una vez unidos van fraguando una terrible historia. Y hasta aquí puedo leer porque lo bueno de este libro es dejar que poco a poco se vaya componiendo aquello que nadie quiere saber y que todos quieren olvidar. Un libro muy recomendable que no deja indiferente, garantizado.

Y aquí os dejo dos pequeños fragmentos:

"No nos damos cuenta de lo mucho que puede depender el curso de una vida de detalles insignificantes, un trozo de mantequilla, un sendero que se abandona para tomar otro, una sombra a la que se sigue o de la que se huye, un mirlo al que se decide matar con un poco de plomo o dejar tranquilo."

"Que extraña es la vida del hombre...Una vez metido en ella, a menudo te preguntas qué haces aquí. Puede que sea precisamente por eso que algunos, un poco más listos que los demás, se limitan a entreabrir la puerta, justo para echar un vistazo y, al ver lo que hay dentro, les entran ganas de cerrarla.
Puede que tengan razón"



miércoles, 23 de noviembre de 2011

La matrona de Murcia



En la fachada del Palacio del Almudí hay un medallón en relieve con la imagen de una virgen. No sé cuantas veces he pasado por ahí pero varias y nunca me había detenido a mirar la imagen, las prisas supongo.Sin embargo el otro día paseando tranquilamente me  paré a contemplarla  y me llamó la atención la placa que la acompañaba: “Matrona de Murcia”.  Desconocía esta figura así que me puse a averiguar y me quedé sorprendida con toda la historia que esta imagen escondía tras de sí.

La obra fue realizada en 1575 por Hernando de Torquemada. Muestra  la imagen de una virgen que aparta a su hijo de su pecho para amamantar a un extraño y simboliza la conocida hospitalidad murciana. La figura de la virgen descansa sobre el escudo de Murcia que en aquella época solo constaba de 6 coronas. La séptima sería concedida años más tarde por Felipe V. Y sobre ella la imagen incompleta de un pelicano, símbolo legendario de la generosidad, pues antiguamente se creía que se picaba el pecho para dar de comer a sus crías.

 Esta imagen no  cumple  una mera función decorativa si no que tiene un significado pues el Palacio del Almudí que hoy los murcianos conocemos como sede de la Concejalía de Cultura, archivo histórico y sala de exposiciones fue en un principio construido como pósito municipal de trigo. En 1554 el Concejo de Murcia acordó realizar un nuevo pósito municipal de trigo en el Plano de San Francisco que sustituyese al antiguo situado en la calle San Julián. El pósito municipal de trigo (también existían los pósitos privados pero estos perseguían otros fines) cumplía la función de almacenar granos de trigo para poder garantizar el suministro a precios asequibles a los más desfavorecidos  y a aquellos que iban de paso sobre todo en época de escasez. Por tanto la imagen de la matrona que es la figura de una Virgen de la Caridad lo que simboliza es en sí la propia finalidad del edificio donde se hallaba, es decir dar a aquel que lo necesita.

Decir por último que aquel antiguo pósito de trigo fue destruido por un incendio en 1612 y que el actual edificio que contemplamos data de 1629 pero la imagen de la matrona es la original del antiguo edificio que “milagrosamente” sobrevivió al incendio.

Fuentes:



domingo, 20 de noviembre de 2011

Concilio de Vienne II. Beguinas.


Aunque ya lo mencioné en una entrada anterior, quería volver sobre él porque en este Concilio no solo se decretó la supresión de la Orden del Temple, sino que también salió de él la condena como herejes de las beguinas.  El papa Clemente V decretó que: "Su modo de vida debe ser prohibido definitivamente y excluido de la Iglesia de Dios", por lo que fueron perseguidas hasta su extinción.

¿Quiénes eran las beguinas? ¿Cuál era su modo de vida?

El movimiento de las beguinas (beguinismo)  apareció a finales del s. XII  en el ducado de Brabante en Bélgica debido a la oposición que encontraron por parte de los cistercienses a los monasterios llamados dobles, donde vivían por separado monjes y monjas.  Por lo que en torno a 1170 muchas mujeres comenzaron a establecerse  en torno a iglesias y hospitales. Estos grupos se fueron ampliando hasta llegar a formar comunidades llamados beguinatos.  El movimiento comenzó a extenderse rápidamente a otros países como Alemania, Francia, Italia, España para acabar por convertirse en un fenómeno europeo.



Procedían de diferentes estratos sociales y aunque en su mayoría eran mujeres pertenecientes a la clase media entre ellas también se podían encontrar campesinas y aristócratas que juntas y sin la supeditación a ningún hombre decidieron dedicar su vida a la defensa de los desamparados, mujeres, niños y ancianos así como  al desarrollo de una brillante labor intelectual.


La beguina mística más famosa es sin  duda Hadewych de Amberes  autora de varias obras en poesía y en prosa, entre ellas varias cartas dirigidas a amigas de toda Europa. A Hadewych se la considera la madre de la lengua flamenca. Las beguinas junto con los trovadores son los precursores de las lenguas alemana, flamenca y francesa.

En 1310 muere en Francia Margarite Porete, acusada de beguina, quemada en la hoguera. Marguerite fue autora de " El espejo de las almas simples" dice en él:


"Teólogos y otros clérigos
no tendréis entendimiento
por claro que sea vuestro ingenio
a no ser que procedáis humildemente
y que amor y fe juntas
os hagan superar la razón,
pues son ellas las damas de la casa"

Las beguinas solo con su existencia, con su forma de vida, con su actuar de acuerdo a aquellas ideas que predicaban y con su adoctrinamiento y su empeño de hacer llegar las Sagradas Escrituras a todos empleando un lenguaje vulgar se convirtieron en enemigas de la Iglesia pues ponían a la jerarquía eclesiástica en evidencia.


En 1312 en el concilio de Vienne se las condenó como sospechosas de herejía. A algunas no les quedó más remedio que ingresar en monasterios convencionales, otras tuvieron que sumergirse y aparentemente desaparecer y alguna se encontró con la hoguera de la Inquisición. Sólo los Países Bajos se acogieron a la excepción permitida para mujeres pías, de este modo, fueron protegidas y su forma de vida ha persistido hasta la actualidad.


Los beguinatos (lugar donde vivían las beguinas) más significativos se conservan en Bélgica (Brujas, Gante y Malinas). Por su exclusividad, historia y originalidad arquitectónica los beguinatos han sido declarados patrimonio de la Humanidad por la UNESCO. Son verdaderas ciudades religiosas, constituidas por una multitud de casas pequeñas (a veces hasta 100), cada una de las cuales está habitada por una o varias beguinas. Tienen calles y plazas, una enfermería, uno o varios conventos dedicados a las novicias y beguinas que deseaban una vida más comunitaria y una iglesia particular. Estos espacios daban respuesta a las inquietudes intelectuales de algunas mujeres, que de otra forma no podían acceder al conocimiento.




Fuentes:
 http://es.wikipedia.org/wiki/Beguinas
http://www.webislam.com/articulos/30204-las_beguinas_misticas_medievales_del_amor_divino.htm
http://www.mujeryciencia.es/2008/10/27/las-beguinas/


martes, 15 de noviembre de 2011

Punto de encuentro: La Matea


Era el lugar donde habíamos quedado un grupo de amigos para recordar tiempos pasados, para compartir momentos presentes y crear un recuerdo para el futuro. Tras unos cuantos kilómetros y un puerto de montaña de curvas imposibles y casi diabólicas llegamos al lugar de la cita: La Matea, una aldea pequeña y acogedora de la Sierra del Segura.

Allí nos encontramos con nuestros amigos y con alguien a quien echábamos de menos: el otoño. Este otoño que a pesar de que el calendario nos decía que ya debería de estar con nosotros no aparecía por ningún lado y es que se estaba haciendo el remolón en estos preciosos valles jugando a poner color a los árboles,






y a hacer remolinos entre las frías aguas de los riachuelos.



Y estando allí, como no acercarnos al nacimiento de nuestro río: el Segura. El camino no dejó de sorprendernos y pasamos del valle con sus choperas doradas


a los paisajes de alta montaña con escasa vegetación... a estos mejor fotografiarlos desde el coche.


En el nacimiento del Segura disfrutamos del espectáculo que las aguas cristalinas nos ofrecían haciendo cabriolas sobre las rocas en su inevitable discurrir hacía los valles y de la quietud y el suave murmullo del agua más tranquila de las fuentes.



Pero sin duda lo que más asombrados nos dejó fue el increíble azul de la poza de donde brotan las aguas del Segura. Un azul intenso, metálico, producto de las algas que habitan en ella o de los minerales de las rocas o de ambos a la vez o quizá de ninguno de ellos. 





 El fin de semana no dio para más, así que nos despedimos de las montañas, de los valles y de las aguas, dejando atrás un otoño de cálidos colores para regresar de nuevo a casa.




sábado, 12 de noviembre de 2011

Un paseo por las letras





Cualquier excusa para acercarse a Madrid es buena y si la excusa es ver la exposición de Antonio Lopez entonces pasa a ser magnífica. Fue en septiembre, en un septiembre pre-otoñal cuando la ciudad nos recibió como siempre, llena de una constante y frenética actividad, fruto de todas las almas que de una manera u otra  concurrimos en ella a la vez para disfrutarla, usarla, corretearla...

La exposición no defraudó, en absoluto, superó con mucho las expectativas que teníamos puestas en ella. No fue lo que conocíamos de él si no todo lo que descubrimos que no conocíamos lo que nos dejó encantados, aprisionados en su arte, entre sus pinceladas maestras.

El tiempo pasó volando, a la salida el hambre acuciaba y alguien propuso: ¡Vamos a Huertas!. Me dejé llevar, conozco muy poco Madrid así que confié en el buen hacer de mis acompañantes, inquilinos habituales de la ciudad, para dejarme sorprender.

Andábamos charlando de esto y lo otro mientras mi mirada intentaba atrapar todos los detalles posibles de aquellas calles que pisaba por primera vez. De pronto pasamos por delante de un portal con una placa, ponía algo así como: "Casa de Lope de Vega". Miré extrañada a mis acompañantes: ¿Aquí vivió Lope de Vega?. Claro me dijeron con toda naturalidad, estamos en el barrio de las letras. También vivió aquí Cervantes, Góngora, Quevedo, más allá está el Convento de las Trinitarias donde está enterrado Cervantes, añadieron.

Así que esta es la casa de donde salió Lope tras su muerte en olor de multitudes, las calles donde se cruzaba con Cervantes, su eterno rival. En este lugar era donde un pendenciero Quevedo podía protagonizar una pelea, huir de un marido enfurecido o esconderse de sus acreedores. Volví a mirar a mi alrededor, a los adoquines del suelo, a las fachadas de las casas, todo cobraba un sentido distinto.


Y aunque aquellos no eran los mismos adoquines, ni tampoco las mismas fachadas sentí que por unos instantes viajaba en el tiempo y que en algún rincón olvidado por el paso del tiempo podría contemplar las mismas cosas que un día ellos vieron. Y quizá, solo tal vez, al volver alguna esquina me encontrase con algún sueño olvidado, algún anhelo oculto o algún deseo lanzado al viento de aquellos ilustres inquilinos. Y con aquella quimera imposible en mi ánimo me dejé envolver por los comercios con sabor a antaño,




Por aquellas fachadas que querían rememorar una época pasada.




O por los vestigios de aquella Edad de Oro de las letras españolas.

Azulejos S. XVI



jueves, 10 de noviembre de 2011

Deja de correr



Iba apresurada. La hora pegada, como siempre. No podía permitirse llegar tarde de nuevo, ya llevaba tres veces este mes y el otro día su jefa le había dado un toque. De pronto el corazón le dio un vuelco, aquel que acababa de llegar a la parada era su autobús. Si corría todavía lo cogería. Comenzó a correr como si le fuese la vida en ello, las cosas pasaban a su alrededor a gran velocidad, en su loca carrera cruzó la calle sin mirar, ni se dio cuenta.
Y por fin, lo logró. Llegó casi sin respiración y el corazón parecía que se le quisiese salir por la boca, no estaba acostumbrada a esas carreras pero ahí estaba,  montada en el bus. Se dirigió hacía su asiento. El primer autobús de la mañana, eran muy pocos  los que lo cogían. Casi siempre las mismas caras. Se veían todos los días, pero ninguno se conocía, apenas si se saludaban, un efímero "buenos días" era el único contacto con aquellos desconocidos que todos los días a la misma hora entraban en su vida para salir de ella  unos minutos más tarde hasta el día siguiente. Sin embargo existía entre ellos un código secreto, una norma no escrita, no hablada ni pactada: todos ocupaban siempre el mismo sitio y aunque  nadie nunca se había pronunciado sobre ello, todos respetaban el sitio del otro. Así que cuando se dirigió hacia su asiento sabía a quién encontraría en cada lugar: el primero, el chico estudiante, siempre con los cascos puestos,  atrás se sentaba aquella señora tan simpática que le saludaba con una amplia sonrisa, por supuesto también estaba la muchacha que iba con esa gran mochila y casi siempre medio dormida y al fondo aquel señor, de edad indefinida,escondido tras su periódico. Mientras que pasaba junto a ellos saludó con un “buenos días” general que no fue respondido por nadie, solo por un chico jovencito que estaba sentado delante de “su asiento”. Vaya, una cara nueva,  pensó.  Se sentó y notó que el corazón todavía le saltaba dentro del pecho pero poco a poco iba volviendo a la normalidad. Como odiaba ir siempre corriendo a todas partes, le gustaría tanto cambiar de vida, encontrar otro trabajo y no depender de dos trabajos para poder vivir. Necesitaba unas vacaciones, estaba claro. De pronto una voz le hizo desviarse de sus pensamientos, era el chico de delante, la cara nueva.
-¿No me recuerdas, verdad?- Le preguntó.
Ella lo miró extrañada, ni le sonaba la cara, pero era posible que se conocieran, era tan despistada.
-Perdona, ¿nos conocemos? Respondió un poco extrañada.
-Claro que nos conocemos hace mucho coincidimos una noche, hará como unos 10 años, más o menos…
Ella se le quedó mirando sin saber que responder, ¿hace 10 años? Si era un chavalín, hace 10 años no debería de tener más de 7 años. Estaba claro, le había tocado un pirao, eso o se quería quedar con ella.
-Veo que no me recuerdas, no me extraña, fue solo un instante, apenas si me miraste, solo lo justo para comprobar que estaba muerto y huiste aterrada, dejándome allí solo.
Se quedó helada y como en un flash recordó la ropa, recordó aquella chaqueta roja, una chaqueta exacta a la que llevaba él puesta. Pero no podía ser, que clase de broma era esta. Ella nunca lo contó a nadie. Y si había habido testigos y si alguien lo había visto. Alguien que había permanecido callado todo este tiempo esperando el  momento para utilizar esa información contra ella.
-Por tu cara veo que lo recuerdas, si soy yo. El chico que dejaste tirado en la cuneta después de atropellarlo. Si, sé que era de noche, que aparecí de repente tras la curva, que te entró miedo, todo eso lo sé. No te preocupes no te guardo rencor.
¡Por Dios! ¿Cómo podía saber todo eso? Se puso muy nerviosa y estalló:
-¿Qué quieres? Le dijo gritando, de lo que se arrepintió al segundo, seguro que todos estaban mirándola en este momento. Miró a su alrededor y vio que todos seguían a lo suyo. ¿Pasaban de ella? Le entró pánico. ¿Y si era un loco y la atacaba? ¿Nadie la ayudaría? ¿Todos pasarían?
-Sé más cosas sobre ti, sé que muchas noches te has despertado llorando, sé que te arrepientes de veras de haberme dejado allí tirado, sé que te puede tanto la culpa que no has vuelto a conducir desde entonces.
Ya no podía ni pensar, era imposible que supiese todas esas cosas. Se dejó llevar, dejó que continuase hablando era lo único que podía hacer.
-Sé demasiadas cosas ¿verdad? Demasiado  intimas. Verás en “este lado” debe de haber  alguien con un sentido de humor demasiado peculiar, así que me asignaron a ti. Es decir te he estado acompañando desde hace mucho y te he librado de unas cuantas, no creas. Eres muy despistada y siempre vas corriendo. ¿Sabes cuantas veces te has dejado el gas abierto al salir de casa? ¿Recuerdas aquella vez  que  pararte a mirar un escaparate te salvo de aquel martillo que se le escapó a un operario del aire acondicionado? Fui yo quien te libró. Lo que siento es no poder haberlo hecho hoy. Y no ha sido fallo mío, han sido órdenes, por lo visto tu tiempo ya había terminado.
¿Su tiempo ya había terminado? ¡Este tío estaba como un cencerro!-¡Déjame en paz! Gritó con todas sus fuerzas. Nadie se volvió. Se levantó y corrió hacía el conductor- Por favor ¿Puede ayudarme?  Atrás hay un chico que no me deja en paz, estoy un poco asustada. – El conductor ni se inmutó. ¿Puede ayudarme? Volvió a insistir. Nada, ni un pestañeo. ¡Socorro!!! Gritó mirando a todo el autobús. Y volvió a comprobar que nadie le hacía caso.
-No te canses, no te ven, no te escuchan, a mí tampoco. Su mundo es otro y tú ya no perteneces a él. Perdona si soy un poco brusco pero es la primera vez que le tengo que decir a alguien que está muerto.
¿Muerta? No era una broma, ahora lo entendía era un sueño, se había quedado durmiendo otra vez, seguro.
-Escucha, le dijo él. ¿Oyes aquel ruido? Es una ambulancia, es la ambulancia que han llamado para atenderte. Acompáñame.
Le obedeció ¿Qué podía hacer si no? Y de repente se vio rodeada de mucha gente, había unos chicos del SAMUR que intentaban reanimar a una persona en el suelo. Se acercó y se vio tendida, tirada sobre la carretera como una muñeca rota, sangre había mucha sangre, era suya. Y entonces recordó,  había cruzado sin mirar y al cruzar oyó tras de ella un enorme frenazo,  eso era todo lo que podía recordar. Los médicos se miraron con cara de fracaso, miraron su reloj y cubrieron su cuerpo.
Era cierto, estaba muerta. ¿Y ahora qué? Le dijo al chico. ¿Qué hago ahora?
Ahora ya puedes dejar de correr, le respondió él.


lunes, 7 de noviembre de 2011

Esta noche circo!!


O pantomima, como mejor gustéis.  Y no me refiero al género teatral donde se  usa la mímica, me refiero a la segunda acepción de la palabra: Comedia que se hace para simular algo. Porque es lo que mejor define al debate al que vamos a asistir esta noche.

Un debate en el que todo está pactado y si alguien espera ver sangre sobre la arena o trapos sucios sobre la mesa ya puede ir cambiando de canal porque aquí no lo va a encontrar, ya que  uno de los pactos es no hablar de sus miserias, es decir no hablar de los casos de corrupción política que cada uno de los partidos quiere guardar a buen recaudo. Porque esta noche señores vamos a asistir a una comedía en la que estos dos personaje se erigirán como próceres y salvadores de la patria y de todos los ciudadanos de a pie que poblamos esta. Y sacarán el Bálsamo de Fierabrás que cada uno guarda en la manga  para salvarnos de esta demoledora crisis. Además de escuchar las mentiras, acusaciones y promesas falsas de siempre poco más dará de si este debate en el que se han invertido una cantidad ingente y vergonzosa de dinero, que tú como pobre e ignorante imbécil de a pie piensas: ¿En serio no hay otra manera mejor de invertir el dinero en estos tiempos donde no estamos para tirar mucho?

Y en eso que ya que estas pensando aprovechas y también piensas ¿Qué sentido tiene un debate entre un tipo que las encuestas dan como claro ganador y otro que por mucho que salte no llega? ¿No suena a pérdida de tiempo?  Y sigo pensando: a mí como ciudadan@ me gustaría más conocer otras opciones políticas no las que me tengo sabidas de memoria. ¿No sería mejor el debate entre otras opciones, poder conocer sus proyectos, lo mismo hasta me gustan? Pues parece ser que no, es mejor fomentar el bipartidismo ¿porqué juegan “al contigo no puedo vivir pero sin ti tampoco”? Fácil, los votos son dinero, cualquier voto o escaño conseguido se traduce en dinero para el partido (incluso los votos en blanco benefician a los ganadores), así que si no le puedo quitar el voto a la derecha o la izquierda pues mejor jugamos el partido a dos y las ganancias a medias.
Y es que está visto que en este país estamos condenados a ser de derechas o de izquierdas y no puedo menos que recordar a Machado cuando decía aquello de: “Españolito que vienes al mundo te guarde Dios, una de las dos Españas  ha de helarte el corazón”.

¡Cuánta razón tenía y que poco hemos cambiado!




sábado, 5 de noviembre de 2011

La magia de las cosas





Hay veces que las cosas se muestran como si poseyesen alma, como si tuviesen vida propia. Hace poco me ocurrió una historia relacionada con esto, como poco, bastante curiosa.

Y antes de seguir me gustaría decir que siempre he sentido una atracción muy fuerte por  las piedras, me gustan desde siempre, no sé a que es debido pero me gusta tocarlas, sentir su textura, admirar su color, observar sus vetas, da lo mismo que sea un canto rodado que una piedra trabajada, es igual, el impulso de tocarlas es superior a mí. Y esto viene a cuento porque esta historia va sobre una piedra.

Este  verano un amigo bastante aficionado a la arqueología me enseñaba las cosas que había ido recopilando en sus salidas, que si un trozo de ánfora, un fósil, mira esto que procede de tal sitio, etc. Hasta llegar a una piedra de color negro, me dijo que era un fragmento de una piedra molar y que estaba datada en la época romana. La cogí para manosearla un poco, cuando sentí "algo", la piedra transmitía algo y no estoy muy segura de lo que era pero sentía la necesidad de tenerla entre mis manos. Extrañada hice una prueba, volví a coger de nuevo las otras piedras que me había mostrado antes pero nada, solo aquella era capaz de transmitir esa sensación. La tuve un buen rato entre las manos acariciándola y la sensación permanecía. No le dije nada a mi amigo, en absoluto, dejé la piedra en su sitio pero durante un rato seguía teniendo en mi mano aquella sensación.

Casualidades de la vida a la mañana siguiente recibo una llamada de teléfono, la primera llamada de toda la mañana, era para comunicarme una buena noticia, una puerta a la que había estado llamando durante mucho tiempo y que permanecía cerrada por fin se abrió. Lo primero en que pensé, en la piedra que había tenido la noche anterior entre mis manos, no se porqué  se me cruzó ese pensamiento, pura casualidad.

Hace unos días estuve de nuevo en casa de este amigo al que no había visto desde entonces, no pensaba comentarle nada pero, impulsivamente y sin pensarlo se lo solté. ¿Sabes que lo mismo tienes en casa un talismán y no eres consciente de ello? le dije medio en broma, medio en serio y pasé a contarle  lo que me había sucedido con aquella piedra que me mostró.

Me condujo de nuevo hacía donde las tenía guardadas y me dijo que le indicara cual había sido. Esa, la que me dijiste que era una piedra molar, la negra. La cogí de nuevo entre mis manos y volví a sentir la misma sensación que la primera vez que la toqué. Entonces sonrió de medio lado y me comentó de donde procedía. La piedra la había recogido cerca de una ermita, en un yacimiento romano, yacimiento que a su vez se había aposentado sobre otro anterior íbero. Cuando lo oí me quedé como la piedra, es decir petrificada, un  lugar que había sido elegido a lo largo de los siglos por diferentes culturas debía de ser muy especial, en otras palabras "un lugar de poder". Me quedé pensativa, aquello como se comía: ¿El lugar había  impregnado las cosas que estaban en él? o ¿Son las cosas que hay en él las que hacen a un sitio "especial"?

No lo sé, pero no me negareis que cuanto menos es una historia curiosa.


jueves, 3 de noviembre de 2011

En ocasiones...pienso

Y no lo hago adrede, lo juro. Son ellas, las ideas las que me asaltan de improviso, sin esperarlo. Debe de ser restos de algún mal hábito adquirido en épocas anteriores.  Y cuando eso sucede me pregunto muchas cosas, me pregunto por ejemplo qué sentido tiene mi vida y no en el aspecto más transcendental sino en el cotidiano, en el día a día. ¿Porque les sigo el juego? A ellos, a los que se han erigido en dioses menores de nuestra vida, los que nos dicen como tenemos que vestir, que nos tiene que gustar, que debemos leer, que debemos comer, que aspecto debemos tener, que debemos pensar…o mejor,  que no debemos pensar. No pensemos que somos abejas obreras trabajando sin descanso para mantener una reina (o varios dioses, al gusto) porque ella (ellos) es la única capaz de hacer que la colmena  siga existiendo, no pensemos que somos un rebaño de ovejas condenadas a seguir a un pastor (o líder, al gusto) porque sin él no seriamos capaces de sobrevivir, no pensemos que somos como hormigas laboriosas viviendo en una sociedad perfectamente estructurada, donde cada una cumple su misión y la que no es apartada.  

Mejor no pensar, mejor  dejarse llevar, formar parte del engranaje del sistema que tan bien nos soluciona la vida. Porque, ¿que hay para los que cuestionan?  ¿Los que se oponen? ¿Los que piensan? A esos se les aparta, se les excluye,  se les margina y se les pisa si se da el caso. Así que mejor no pensar , mejor seguir la corriente y luchar por las muchas ventajas que nos ofrece la vida en manada, seguir la zanahoria que nos ponen delante de las narices, creer que somos dueños de nuestras vidas, que somos libres para decidir, mejor seguir jugando  a lo que nos han enseñado.

Y acabamos viviendo en una ciudad dormitorio, teniendo una familia dormitorio, que solo vemos de noche, entregando nuestros hijos al sistema para que les eduque según las normas establecidas, porque nosotros estamos muy ocupados en trabajar para la gran maquinaria, ocupados en que se mantenga engrasada,  que no pare. Trabajamos para poder hipotecarnos la vida, para tener un “futuro” aunque en el fondo sepamos que somos carne de asilo, porque nuestros hijos, esos que hemos entregado al sistema, como si de una ofrenda a los dioses se tratara, también estarán muy ocupados en mantener engrasada la maquinaria.

Por eso cuando esto me sucede, cuando me asaltan estas ideas, lo que suelo  hacer es salir de compras, acercarme a un centro comercial, dejarme seducir por las luces, el ambiente despreocupado y gastar mi dinero libremente en todo aquello que me apetezca. Es mano de santo, vuelves a casa feliz con tus compras nuevas y sin rastro de ideas raras. Es la ventaja de pertenecer a la maquinaria del sistema…  ;)

martes, 1 de noviembre de 2011

¿Truco o trato?


Esta tarde he estado  acompañando a mi hija pequeña a pedir chuches, ya sabéis: ¿Truco o trato? Y por supuesto las calles estaban llenas de niños disfrazados pidiendo golosinas, nos hemos topado con grupos que iban a fiestas y en algunas casas la decoración era mejor que en algunas películas de terror. Lo propio de una noche como esta, pero lo que nuestros niños ven tan normal no es más que una tradición importada. Cuando eramos pequeños no existía  esta celebración. Es más que yo recuerde, lo único de especial que se hacía en la víspera de Todos los Santos era una larga cola ante la floristería para recoger las flores que al día siguiente o ese mismo día llevábamos al cementerio.

Sin embargo en nuestra cultura siempre ha existido un respeto ancestral al desconocido y temido "mundo de los muertos" y muchas tradiciones, en especial, en estas fechas. Tradiciones que desgraciadamente se han ido desdibujando con el transcurso del tiempo para terminar por diluirse y desaparecer por completo.

Por eso he estado buscando cuales eran aquellas tradiciones que nuestros antepasados cumplían religiosamente cuando llegaban estos días, en especial, en mi entorno más cercano, Murcia, y he encontrado estas que recoge este libro: " El imaginario del viejo reino de Murcia" de Juan F. Jordán y del cual paso a copiar algunos fragmentos:

" Autentico pavor causaba el inicio del mes de noviembre porque el ambiente, las casas y los cementerios se poblaban de ánimas en pena que reclamaban de los vivos el cumplimiento de las promesas que ellos no habían podido satisfacer ,..., durante su pasada vida."

"...los campesinos realizaban diversos ritos de acogida de tan peculiares visitantes, consistentes en prepararles las camas con las mejores sábanas y mantas para que durmieran junto a los vivos si las ánimas venían cansadas, o en cocinarles platos suculentos e invitarles a la mesa...; o en encender luces y velas por todos los rincones de las casas.  Igualmente, se dejaba encendida la lumbre del hogar para que el ánima familiar se calentara un poco en la gélida noche de noviembre y tuviera algo de luz en su curiosear por las habitaciones."

"Las campanas colaboraban en la contención de su presencia mediante la magia del sonido. Los cementerios se pueblan de ofrendas de contención, como flores y candiles. Los animeros salen de nuevo a la calle para recaudar limosnas con destino a las ánimas del purgatorio, para que encuentren pronto y por fin su descanso eterno."


"Por estas fechas nadie en la aldea soltaba una palabrota o taco ni discutía con el vecino. Nadie salia a trabajar al campo. Nadie se atrevía a cazar en el bosque. Nadie rasgaba una simple guitarra. Nadie canturreaba en las labores domésticas. Nadie dentro de la casa hacía labores artesanales o de reparación salvo las relacionadas con la comida del día. Nadie hablaba más que lo imprescindible y se rezaba de continuo."

"...Así se evitaba que las ánimas dañaran las cosechas o los frutos, que se introdujeran por heridas, que se alteraran con la ira y los gritos o que fueran atraídas en excesivo número por la música y el jolgorio".

Va a ser verdad aquello de que: "los tiempos cambian que es una barbaridad", pero nosotros en el fondo seguimos siendo los mismos y en nuestro interior seguimos conservando ese respeto y ese miedo atávico a ese mundo tan desconocido.