"La violencia contra la mujer es quizás la más vergonzosa violación de los derechos humanos. No conoce límites geográficos, culturales o de riquezas. Mientras continúe, no podremos afirmar que hemos realmente avanzado hacia la igualdad, el desarrollo y la paz" (Kofi Annan)
Hoy, 8 de marzo, se celebra el Día Internacional de la Mujer. La ONU este año se ha propuesto concienciar de la inaceptable realidad en la que viven muchas mujeres sometidas a distintas situaciones de violencia. Para ello ha elegido este lema: "Una promesa es una promesa: es hora de actuar para acabar con la violencia contra la mujer". Pretende que esta sea una lucha de todos y hace un llamamiento tanto a los gobiernos como a la sociedad civil, los medios de comunicación, mayores y jóvenes para que unamos nuestros esfuerzos en acabar con esta lacra.
Los terribles sucesos que nos han llegado últimamente desde la India o desde Egipto nos muestran lo infravalorado que es ser mujer en determinadas partes del mundo y nos hacen ver el largo camino que aún queda por recorrer hacia la igualdad de derechos.
Ilustración de Nicoletta Ceccoli |
Puede que nuestra realidad social sea distinta, pero por ello no exenta de violencia y discriminación. No hay más que abrir bien los ojos a nuestro alrededor para comprobar que los casos de violencia contra la mujer son más frecuentes de lo que creemos y que no son solamente aquellos que saltan a los medios de comunicación.
Es por tanto imprescindible comprometerse como pide la ONU a todos los niveles. Desde desarrollar los marcos legales adecuados para penalizar y prevenir la violencia contra las mujeres, a concienciar y educar desde la infancia.
La lucha no es solo nuestra, debe de ser un compromiso de toda la sociedad. Porque en la igualdad está el equilibrio y solo aquellas sociedades donde la mujer está plenamente integrada, son capaces de alcanzar mayores cotas de desarrollo.