".. es feísima y, con su piel amarilla, se
asemeja a una momia.Tiene el aspecto falso y malvado y es imposible figurarse
algo más ridículo..."
"...juntaba un corazón naturalmente vicioso,
incapaz de un verdadero cariño; un egoísmo extremado, una astucia refinada,
una hipocresía y un disimulo increíbles, y un talento que, aunque claro,
dominado por sus pasiones, no se ocupaba más que en hallar medios
de satisfacerlas, y miraba como un tormento intolerable
toda aplicación a cualquier asunto verdaderamente serio..."
¿A quien van dirigidas estas descripciones? Es posible
que al leerlas penséis en alguien en particular o que
quizás creáis que el autor de estas tenía una clara enemistad con
la destinataria, pero no, ambas son de distintas personas y la destinataria
solo una. La primera la hace Napoleón y la segunda el canónigo Escoiquiz ("Las anécdotas de los Borbones" Carlos Fisas). La destinataria, una única
persona, la reina Maria Luisa de Parma (Parma
1751-Roma 1819).
Aquí va otra:
"Fea con ganas -Goya dejó implacable testimonio-,
metomentodo, liosa, iletrada, del talante de María Luisa de Parma, mujer de
Carlos IV, quien con sus manejos y tramas se adueñó del flojísimo entendimiento
de su consorte, dan idea estos párrafos de una carta a su favorito Godoy en que
ella se definía de modo chulesco: "Soy mujer, aborrezco a las que
pretenden ser inteligentes, igualándose a los hombres, pues lo creo impropio de
nuestro sexo, a pesar de que las hay que han leído mucho y se creen superiores
en talento a todos, tal que algunas francesas. Pero como soy española, por la
gracia de Dios, no peco por allí". Era cierto, pecaba por otros
derroteros, y de ahí que haya pasado a la leyenda como una vulgar prostituta,
esposa de un manso cornudo. Ni siquiera los pinceles cortesanos que la
retrataron más idealizada pudieron celar sus rasgos de princesa avinagrada, con
ojos fulgurantes de bruja, hembra que llamaban augusta y tal vez no fue más que
un pendón." Carlos Seco Serrano en una publicacion que hizo para El Magazine.
Por mucho que busquemos es difícil encontrar una
referencia favorecedora de este personaje porque quizá estemos hablando de la reina más odiada de la historia de España (y que conste que lo de quizá
es por no ser sectaria con la señora).
Hija de Felipe I, duque de Parma y de la princesa
Luisa Isabel de Francia, hija de Luis XV, en 1765 contrajo matrimonio con el
futuro Carlos IV, principe de Asturias en aquel momento. En 1788 a la muerte de
Carlos III y al subir al trono su esposo se convierte en reina consorte de
España.
Maria Luisa tuvo 14 hijos y 10 abortos por lo que en
total tuvo 24 embarazos lo que produjo en ella un enorme deterioro físico que
se plasmó entre otras cosas en la ausencia de piezas dentales y que no hizo si
no acrecentar su fealdad.
En 1788 se introduce en la vida de los monarcas una
figura que seria sumamente importante para ellos, para el reinado de Carlos IV
y tristemente para la historia de España. Manuel Godoy Álvarez de Faria, un
guardia perteneciente al Real Cuerpo de Guadias de Corps y
que pertenecía a la escolta de la princesa de Asturias. Maria Luisa
no tardó en echarle el ojo y hacerlo su favorito. Dado que el rey Carlos IV estaba totalmente entregado a su afición favorita que era la caza y
Maria Luisa a aplacar sus pasiones (con Godoy se supone), pronto esta figura
tomó gran relevancia política y al poco tiempo de subir Carlos IV al trono ya
tenía multitud de cargos, honores y riquezas entre los que destacaban el titulo
de Príncipe de la paz. Al pueblo no le cabía duda que tan
rápido encumbramiento no había sido sino a través de la alcoba de la reina, lo
cual contribuyó a aumentar su impopularidad y la de la reina. Y a ambos le
dedicaban coplas como esta que recoge Carlos Fisas en su libro "Las
anécdotas de los Borbones":
Una vieja
insolente
le elevó desde el cieno,
burlándose del bueno del
esposo,
que es harto
complaciente.
Justo es que así suceda,
pues de una vieja loca
todo puede esperarse,
menos que diga una
verdad de su boca.
Príncipe, duque, conde,
todo lo es ya, y espera
ser rey de los
Algarves,
pero será lo que la
suerte quiera.
(Rios)
Los rumores cortesanos apuntaban a que el infante
Francisco de Paula y la infanta Isabel, eran hijos de Godoy y se hacían lenguas
de su parecido con el privado. En 1800 Goya tendrá la audacia de retratar a
Maria Luisa en el centro de La familia de Carlos IV, abrazada a la infanta
Isabel y sosteniendo de la mano al infante Francisco de Paula: los supuestos
hijos de su amante.
Un fragmento de "Historia de España
contada para escépticos" en la que Juan Eslava Galán resume magníficamente
este periodo de nuestra historia:
"Lo casaron con su prima María Luisa de Parma (de quien recibió el
nombre la hierba luisa), seguramente la reina menos agraciada que ha tenido
España, quizá hasta Europa, la cual le salió, además, ninfómana sin que sepamos
a ciencia cierta la parte que cupo al monarca en los catorce hijos (y diez
abortos) que tuvo. Por lo menos uno de ellos, el infante don Francisco de
Paula, se parecía muchísimo a Godoy.
Este Godoy era un jayán guaperas con tendencia a la obesidad, que fue
amante semioficial de la reina toda la vida. Es fama que la reina le echó el ojo cuando era un simple guardia
de corps en palacio y lo encumbró hasta el rango de príncipe de la Paz y valido todopoderoso del rey. Fue un
civilizado menáge a trois: el rey salía de caza todos los días para que Godoy visitara los aposentos de la
reina en su ausencia. Para mayor discreción y comodidad, el valido utilizaba un pasadizo secreto. El caso es
que, a pesar de lo claro que parece todo, diversos indicios inducen a sospechar que quizá el rey era tan
imbécil que ignoraba el asunto del valido con su mujer, a no ser que pensemos que era un redomado
farsante.
En una ocasión comentó confidencialmente a la reina:
—¿Sabes lo que murmura la gente? Que a Manolito lo mantiene una vieja rica
y fea.
La correspondencia íntima de la reina con Godoy está repleta de emotivos
detalles, como corresponde a una pareja romántica. Le comunica, por ejemplo,
que le ha bajado la regla, «la novedad, mis achaques mensiles».
María Luisa también le fue infiel a Godoy, al que a veces alternó con un tal
Mallo y con otros garañones cortesanos, pero, no obstante, parece que sintió un
gran amor por el valido. Camino del exilio, solicitó «que se nos dé al Rey, mi marido, a mí y al príncipe de la Paz con qué
vivir juntos todos tres en un paraje bueno para nuestra salud»."
En 1807 la firma del Tratado de Fontainebleau, decisión de
Godoy, provocó la entrada del ejercito francés en España. El descontento que
produjo en la población hizo que el 17 de marzo de 1808 el pueblo se rebelase
en el Motín de Aranjuez y que culminó con la caída de Godoy.
Napoleón aprovechó la situación y el 5 de mayo de 1808 se firma en Bayona la
abdicación de Carlos IV y la renuncia de Fernando VII a sus derechos
sucesorios. Este documento es conocido como Abdicaciones de Bayona.
El 2 de enero de 1819, en el exilio, en Roma, moría
Maria Luisa instituyendo heredero universal de todos sus bienes a Godoy, por
supuesto. Pero no solo esto, como mala malisima que era no podía morir sino
matando y en su lecho de muerte revela a su confesor fray Juan de Almaraz que
ninguno de sus hijos lo era del rey Carlos IV y que, por consiguiente, la
dinastía de Borbón se había extinguido en España, autorizándole a que
lo hiciese público después de su muerte e instándole a reunir al cuerpo
diplomático y a transmitirle aquella confesión para descargo de su conciencia.
Juan de Almaraz, hombre prudente y temeroso de Fernando VII se abstuvo de hacer
tal cosa, pero si lo dejó por escrito para que a su muerte se publicase.
Enterado Fernando VII de la existencia de tal documento encerró de por vida al
pobre anciano en la prisión de Peñiscola (Castellón) para evitar que dicho documento saliese a la luz.
Este documento, se dice, que fue encontrado años más tarde y
referido por historiadores como Balansó o José Maria Zavala en su libro
"Bastardos y Borbones" (Plaza & Janés).
La incognita que se plantea es, si es cierto, que este
documento existe ¿Que fue lo que llevó a la reina a hacer tal confesión?
¿Descargar su conciencia? o ¿Morir haciendo daño a su hijo Fernando VII legítimo
heredero de la dinastía y enemigo acérrimo de su madre?.
Fuentes:
"Historia de España contada para escepticos" Juan Eslava Galán
(Planeta)
"Las anecdotas de los Borbones" Carlos Fisas (Circulo de
Lectores)