"-Cabrones, santos..., yo no he conocido a ninguno- dijo Joséphine encogiéndose de hombros-. Las cosas no son ni blancas ni negras, lo que reina es el gris. Los hombres, sus almas..., pasa lo mismo. Tú eres un alma gris, como todos nosotros..."
Almas Grises. Philipe Claudel
Claudel es un pintor de almas. Sabe retratar el claroscuro del alma humana como nadie. El doble fondo que habita en cada uno de nosotros y que el amor, el odio, las circunstancias...la vida, en definitiva, hace que aflore, sin que, muchas veces, seamos conscientes de que lo poseemos.
El informe de Brodeck me impactó bastante, fue uno de esos libros que dejan una huella indeleble y que apetece releer. Así que cuando llegó a mis manos Almas grises no dudé ni un instante en sumergirme en sus páginas.
Con Almas grises volví a entrar en esa atmósfera tan peculiar que Claudel crea en sus novelas, a pasearme por los recovecos del alma humana, por la gloria y la miseria de sus personajes, y sobre todo a dejar que me contase, pausada y serenamente una historia, una terrible historia oculta, que poco a poco emerge y toma forma para convertirse en la protagonista de la novela. Pero lo que más me sorprendió fue el enorme paralelismo existente entre Almas grises y El informe de Brodeck, es imposible hablar de la una sin hacer referencia a la otra.
En las dos se produce un asesinato. En ambas, el protagonista es el que nos conduce a través de los hechos, porque es el encargado de investigarlos (Brodeck recibe el encargo de realizar el informe sobre el asesinato y en Almas grises el narrador de la historia es el policía que investiga el caso). Los asesinatos ocurren en pequeños pueblos apartados, con el trasfondo de una Guerra Mundial, en El informe de Brodeck, la Segunda Guerra Mundial y en Almas grises, la primera. La historia de las novelas no se cuenta de forma directa, sino que se va dibujando poco a poco, a través de todos los personajes que están implicados en ella, de una manera u otra. Y en las dos el relato principal sale a la luz al final.
La diferencia del tiempo transcurrido entre las dos (Almas grises, 2003 y El informe de Brodeck, 2007), juega en favor de la segunda, que es, sin duda, mucho más madura que la primera. Pero a pesar de esto se podría decir que ambas novelas son hermanas y que en esencia no son más una gran alegoría de la guerra y lo que significaron para Europa las dos Guerras Mundiales.
Almas grises fue ganadora del premio Renaudot y elegida Libro del Año por los libreros franceses y la revista Lire.
Una lectura muy recomendable.
"Almas grises". Philippe Claudel
Ediciones Salamandra, 2005
Traducción: José Antonio Soriano
