"-Hay lugares- añadió Takchenko- en los que ocurre esto, como si fueran espejos o puertas entre dos mundos, o quizá como amplificadores de energía; casi parece que el universo debiera compensar tanta perfección. Conozco un par de sitios así, incluso alguna ciudad; Jerusalén es un buen ejemplo de lo que intento decir. Podría decirse que algo desniveló los equilibrios de su valle y ahora suceden allí demasiadas cosas, horribles, y también maravillosas, ¿no cree? No parece casual" (1)
Lo que ocurre en el valle del Baztán, es algo, desde luego, fuera de lo común: crímenes, gigantes de un solo ojo, brujas, agotes, lamias, diosas y una inspectora, Amaia Salazar que lleva la carga, no solo de descubrir que sucede en su valle, sino la más importante, averiguar porqué ella es el eje central sobre el que giran todos estos sucesos.
Este podría ser un perfecto resumen de "Legado en los huesos" pero me quedaría corta porque falta más. El libro es también un paseo sin igual por el valle del Baztán, un acercamiento al folclore vasco-navarro, la perfecta unión entre dos mundos: el onírico y el real, el retrato de una mujer atormentada por un pasado que no deja de perseguirla, es la maternidad, es la historia de una familia con un pasado lleno de secretos...Todo esto y más contado con la prosa de Dolores Redondo que es casi poética y que sabe acompasar los tiempos de la narración de forma magistral, haciendo que la novela sea ágil y no decaiga en la monotonía o pesadez en ningún momento.
Acabo de terminar de leer "Legado en los huesos" y creo que sobra decir lo que he disfrutado con ella, aunque confieso que acometí la lectura del libro con ciertas dudas porque era la segunda parte de una novela que me había gustado bastante y sabía que la comparación sería inevitable. El libro no solo ha sido capaz de superar el escollo de mi desconfianza inicial, o la inevitable comparación con el primero, sino también de seducirme tanto o más que "El guardián invisible".
Es el segundo libro perteneciente a "la trilogía del Baztán". No obstante tanto "El guardián invisible" como "Legado en los huesos" son novelas independientes, puedes leer cualquiera de ellas por si sola sin que ello implique que te quedes "a medias". Sin embargo existe una especie de hilo conductor, durante la lectura de ambas ves que de forma paralela a la narración principal la escritora va dejando pinceladas mínimas de una nueva historia que comienza a formarse, poco a poco, como un camino de guijarros que nos conducirá hasta a el final del misterio.
Dolores Redondo en esta segunda entrega ha conseguido mantener el listón a la misma altura de "El guardián invisible" (y ya estaba bastante alto). No quiero decir con esto que la novela sea impecable, porque realmente no lo es, por lo menos para mí. Hay una serie de cosas que no me cuadran demasiado, como el final que creo que es demasiado precipitado y traído por los pelos o determinados personajes que pienso que sobran. Aún así me gusta tanto como escribe que soy capaz de perdonárselo todo y, por supuesto, no me pierdo la tercera entrega.
Citas de "Legado en los huesos":
(1)- Pag.315
(2)- Pag.433