sábado, 6 de octubre de 2012

Mi blog cumple un añito



Esto era un día que estaba tranquilamente por casa...nianianiaaa... niananinooo...cuando, de repente, siento un gran vacío de actividad (más conocido como aburrimiento), que me invade por completo. 

- A ver, a ver ¿que hago? - me dije a mí misma 

- Mmmm...no sé...¿que tal un blog? - me respondí 
- ¿Un blog?...bueno, va - me volví a responder (es lo que tiene ser Géminis, que puedes mantener unas conversaciones muy amenas contigo misma). 

Bien, pues de esto hace hoy exactamente un año. No estoy muy segura si es una fecha para recordar o más bien para olvidar, solo me limito a constatar que ha sucedido. Más que nada por esa manía que tenemos de ponerle lacitos al tiempo, y empaquetar momentos para luego sacarlos a pasear y llamarlos aniversarios.




El pobre nació muy chiquitín, sin más ambición que matar un rato de aburrimiento pero, poco a poco, ha ido creciendo y se ha hecho un hueco importante en mi día a día. 

Empezar es fácil, entras en una plataforma de blogs gratuitos (¿se llaman así?), eliges un diseño, un nombre y listo ¡Ya tienes un blog! Lo difícil viene después, que es llenarlo de contenido y lo más importante, que ese contenido guste. Es decir, llegar a los lectores. Los primeros seguidores son fáciles de conseguir y para ello despliegas todas tus habilidades sobre tu entorno más inmediato.

- Hola, ¿sabes que tengo un blog?

- Vaya, que interesante...¿y eso para que sirve?
- Mmmm...ehhhh...da igual, tu entras en esta dirección y me sigues.

- ...esto...¿te había comentado que me he hecho un blog?

- Así como unas 800 veces.
- Entonces, se puede saber ¿porqué demonios no has entrado ya y te has hecho seguidor?
- Vale, vale, no te pongas así, que ya entro.

Tienes un blog, publicas entradas y tienes lectores (que supuestamente te leen), la cosa debe de ir rodada y así es. Te dedicas a publicar, comentas tranquilamente con todo aquél que, gentil y amablemente, se acerca al blog y la vida es de color de rosa, hasta que haces LA ENTRADA. Un día abres tranquilamente el blog y descubres una ingente cantidad de visitantes. ¿Que ha pasado? ¿Una excursión de japos con cámaras se ha perdido en el espacio cibernético y ha ido a parar a mi blog? No, es una entrada tuya, que mira por donde, ha gustado y mucho (o eso prefiero imaginar). De primeras te entra el pánico escénico, es decir, te acojonas. ¿Y ahora qué? ¿Tengo que publicar siempre lo mismo para no defraudar a los visitantes? Yo era feliz con mis visitas de andar por casa, mi blog era como una tertulia en mesa de camilla, pequeñito, acogedor. Madre mía, ¡tanta gente no me cabe en la mesa de camilla!...¿qué hago? Pero el momento desconcierto es seguido por este otro: ... y, ¿si tuviese siempre las mismas visitas? 


Así que comienzas a ver páginas para descubrir como puedes atraer más visitantes, y te dan consejos como estos:


- ESCOGE UN TEMA SOBRE EL QUE SE CENTRE TU BLOG.


¿Uno solo? ¿Es absolutamente necesario?...vale, esto no voy a ser capaz de cumplirlo.

- ELIGE UN NOMBRE PARA TU BLOG QUE SEA ACORDE CON EL TEMA QUE VAS A TRATAR.


Genial, con el nombre que he elegido mi blog parece de tricotar, más que otra cosa. Demasiado tarde para cambiarlo.


-PUBLICA ENTRADAS DE CALIDAD.


Chupado, ¿es que no sabéis que acabo de hacer LA ENTRADA?


-ATRAE LECTORES A TRAVÉS DE LAS REDES SOCIALES.


¿Comooorrrr? Si acabo de borrarme del fb, y me he despedido hasta del Zuckerberg (una que es muy cumplida). Bueeeenooo, entro de nuevo, todo sea por el niño, digo por el blog, que crezca sanote y fuerte.


Después de leer estos sabios consejos entiendes que lo llevas crudo. Aún así, continuas en tus trece y acatas lo que puedes. Comienzas a modificar el aspecto del blog, interactúas en las redes y ves como, poco a poco, va creciendo y a tí se te cae la baba.


En estas andaba cuando una amiga me propuso crear una página en el fb para nuestros blogs, si pincháis aquí la veis y si vais arriba, a la primera foto de la página, también. Emprendí una nueva aventura, que me gustó mucho y duró poco, porque la falta de tiempo me obligó a abandonarla. (Y no sé como agradecerte Isa, que a pesar de haberte dejado en la estacada, sigas enlazando mi blog en la página como si todavía perteneciese a ella). La falta de tiempo, también, me hizo abandonar las redes sociales y si me apuras, casi ni me deja asomarme por estos lares. Pero aquí sigo, luchando contra "tiempo y marea", sobre todo porque me gusta tener este rinconcito para poder escribir sobre lo que me apetezca. Cuando acaba la jornada, no hay nada como ponerte a escribir, me gusta, me relaja, me hace desconectar. No sé si lo hago bien o mal, supongo que todo se puede mejorar y soy consciente de que, cuando acabe de pelearme con las comas y los puntos, lo haré mejor. 

En resumen, ha sido un año lleno de experiencias, he abierto las puertas de un mundo que desconocía y he aprendido mucho. También he descubierto otros blogs, es apasionante este mundo, vas saltando de blog en blog y te quedas sorprendida, no solo de la cantidad de blogs que hay, si no de todo el talento que encuentras. Cuando no escribo me encanta darme una vueltecilla por otros sitios y dejar que sean ellos los que me cuenten una historia, los que me comenten una noticia, los que me hagan pasear por lugares que no conozco o me dejen sin aliento con su arte.

Y a pesar de todo, lo mejor, sin duda, de este año habéis sido vosotros. Sé que suena tremendamente pelota, pero es cierto. Cuando comienzas a escribir, el mayor temor que tienes, más que no gustar, es que nadie te lea. Saber que estáis, conjura todos mis miedos y me anima a seguir, por eso quiero daros las gracias a todos los que de una manera u otra os habéis asomado, durante este año, a este modesto, a la par que acogedor, lugar del ciberespacio. A algunos les habrá gustado, a otros no, eso no importa, lo importante es que estáis ahí y que cuando entro al blog y veo las visitas, sé que mis palabras no las he escrito para el viento, que aunque quede muy poético, es muy poco alentador. Así, que de nuevo...¡gracias por estar ahí!