domingo, 23 de octubre de 2011

Arco Iris

La lluvia en Sevilla es pura maravilla, pero cuando sucede en Murcia es casi un milagro. Las escasas veces que la lluvia asoma por aquí apetece quedarte contemplándola tras los cristales, viendo como las gotas caen y van humedeciendo todo aquello que tocan, como dibujan ondas al caer unas sobre otras y como el aire se llena de ese olor tan peculiar a tierra mojada. Y solo en muy contadas ocasiones se despide dejándonos un regalo para que recordemos que las cosas excepcionales también existen y generosa las comparte con nosotros, es entonces cuando nos dibuja en el horizonte un arco iris, una sonrisa de color que nos inunda el alma de belleza.

Fotografía


Pero ella, díscola entre las díscolas, a veces, se empeña en rizar el rizo y nos hace un guiño diciéndonos, lo imposible también sucede. Y colorea el cielo no con uno, sino con dos, sí, con dos arcos iris y nosotros, pobres mortales, no nos queda otra que maravillarnos ante tal espectáculo y pensar que quizá los sueños también se cumplan, tal vez...

Fotografía


...y aunque no se cumplan, por lo menos por un instante habremos pensado que sí, que son posibles.