¿Puede ser cierto que exista alguien o algo, una fuerza más poderosa que nosotros, en alguna parte de no se sabe dónde, que realmente escuche nuestras dudas más intimas o aquellos temores que no nos atrevemos a confesar a nadie, y nos dé una respuesta? ¿Es posible, como dicen, que aún sin ser conscientes de ello, proyectemos nuestras preocupaciones al Universo y que todo él conspire para ofrecernos una solución?
A mí, sinceramente, me cuesta bastante creer en esto. Sin embargo hay momentos en los que parece que realmente sea así. Y uno de estos momentos ocurrió ayer por la tarde mientras veía tranquilamente la tele con mi hija.
Llevo tiempo dándole vueltas a varias cuestiones, digamos que ando un poco perdida con la forma en la que quiero modelar mi vida. Y una de esas cuestiones que me había planteado era seguir con el blog. Hay algo que ya no me llama a escribir como antes. Me cuesta trabajo acercarme a él. Ha desaparecido aquella chispa que me hacía sentarme a escribir quitando tiempo de donde fuese. Tengo como diez borradores de entradas comenzados y ninguno concluido porque no me convencen en absoluto. Ayer por la mañana estaba escribiendo mentalmente una entrada de despedida porque cuando no encuentras el sentido a lo que haces, es un poco absurdo seguir invirtiendo tu tiempo en ello.
En ese punto me encontraba cuando zapeando me encontré con Julie & Julia. No era la primera vez que me tropezaba con esta peli, pero o estaba a mitad o yo no tenía tiempo de verla o no tenía ganas. Ayer la pillé en el momento justo: acababa de comenzar, tenía tiempo y me apetecía verla.
Julie & Julia va sobre proyectos, ilusiones, pasiones, cocina y mucha, mucha mantequilla. Pero sobre todo trata de dos mujeres que en un momento de su vida se sienten perdidas y encuentran su camino gracias a su pasión: la cocina. Julie (Amy Adams) abre un blog para narrar un reto particular, realizar las recetas del libro de cocina de Julia Child (Meryl Streep).
Esta película ha llegado justo cuando la necesitaba. No es que me haya aportado soluciones, pero sí he podido verme a mí misma reflejada en estas mujeres y ha conseguido que me replantee algunas decisiones. El entusiasmo de Julie con su blog, sus dudas, sus desvelos me han hecho recordarme
a mí misma al comienzo de este blog. Me he dado cuenta del trabajo y el tiempo vertido en él y también de las alegrías que proporciona ver que tus entrada gustan e incluso que son enlazadas en otros lugares. O la desilusión por aquellas otras en las que has volcado un gran esfuerzo y apenas son visitadas para acabar, finalmente, pasando al olvido.
Es un blog que nació sin ninguna pretensión. Solo era un simple ejercicio mental que me impuse porque comencé a tener dificultades para recordar muchas palabras y, la verdad, me asusté. Poco a poco fue creciendo y fui introduciendo nuevos temas, y aunque parezcan un conglomerado sin ninguna clase de criterio, sí que tiene uno: contar lo que me apetezca o mostrar todo aquello que me resulte interesante. Sigue igual, sin ninguna pretensión, caótico e impredecible (como yo) y, de momento, vivo. Porque después de ver la película he decidido seguir con él. Sé que la noticia no va a conmocionar los pilares de la cultura, pero para mí sí es importante.
Tener un blog o escribir en él no te convierte en mejor persona (como algunas dicen que les pasa), y no sé si hace que te conozcas más. A veces, incluso creo que debería estar contraindicado para según qué "egos" personales. Lo que si es cierto es que es capaz de proporcionarte tantas satisfacciones como decepciones. Una gran gama de emociones para un espacio en blanco tan pequeño...puede que, después de todo, sí merezca la pena.