Páginas

jueves, 12 de abril de 2012

De como una mosca salvó una villa romana y otras anécdotas mosqueantes


Las moscas, esos seres pequeños, pegajosos y pesados hasta la saciedad, ¿son capaces, sin embargo, de despertar profundos sentimientos de afecto?. En la antigua Roma  Publio Virgilio Marón (70-19 a.C.), famoso autor de La Eneida, costeó el funeral de una mosca a la que consideraba como su más preciada mascota. El funeral tuvo lugar en su mansión de Monte Esquilino y a él acudieron muchas personalidades, entre otras el conocido Mecenas, protector de Virgilio. 


En el funeral,como era costumbre en la época,  unas plañideras profesionales acompañadas por una orquesta componían el cortejo funerario y la mascota (la mosca) fue enterrada en un mausoleo construido exclusivamente para ella. No escatimó Virgilio en gastos para "su querida mascota", de tal forma que el funeral se calcula que ascendió a unos 800.000 sestercios. El hecho podría parecer una extravagancia de alguien que no anda muy fino, sin embargo ha pasado a la historia como una prueba del ingenio que se gastaba del gran poeta, Virgilio poseía una información excepcional, que pocos compartían:  el triunvirato que gobernaba la república romana ( formado por Octavio, Marco Antonio y Lépido) iba a promulgar un decreto por el cual se confiscarían las propiedades de los terratenientes para repartidlas entre los soldados veteranos licenciados. Esta ley excluía a aquellos terrenos que contuviesen tumbas, por considerarlos sagrados. Cuando la ley entró en vigor, la propiedad de Virgilio fue excluida ya que contenía el mausoleo de su mascota. (1)
La mosca, muy a nuestro pesar, ha sido compañera inseparable del hombre a lo largo de la historia y por consiguiente forma parte de ella. En unas culturas se han destacado sus cualidades, en otras se las ha unido a la muerte, al deterioro o a la suciedad. En la cultura egipcia la mosca era considerada símbolo de valor indomable, insistencia y tenacidad frente al conflicto, era el mayor galardón militar en la cultura egipcia, la más alta distinción concedida por el faraón a sus valientes. El faraón Ahmose condecoró en una bella ceremonia a su madre, Ahhotep, con un collar con tres grandes moscas de oro, de 9 cm de altura. Ninguna otra reina de Egipto recibió esta condecoración militar. Ahmosis reconocía así que la inspiradora de la guerra de liberación había sido Ahhotep; era su forma de reconocer los grandes esfuerzos y sacrificios a los que se había sometido esta reina, entregada a la causa de liberar a Egipto del yugo de los hicsos. Y en la religión de Navajo tradicional la Mosca Grande es un espíritu importante.

En la mitología griega, Myiagros era un dios que ahuyentaba las moscas durante los sacrificios a Zeus y Atena, es decir tenian su propio dios cazamoscas, al igual que Los habitantes de Cirene que ofrecían sacrificios al dios Acoro para que les librase de estos insectos.
 El demonio Belcebú recibe el nombre de "el señor de las moscas", debido a un juego de palabras que convirtió al dios cananeo Ba'al Zebûl ("señor del abismo") en Baal Zabut ("el señor de las moscas").El nombre Beelzebú era usado por los hebreos como una forma de burla hacia los adoradores de Baal, debido a que en sus templos, la carne de los sacrificios se dejaba pudrir, por lo que estos lugares estaban infestado de moscas.La palabra que compone este nombre suena en hebreo tsebal, morada, especialmente en el sentido de la Gran Morada, los infiernos, y en boca del pueblo se confundió con tsebub, mosca. Y pasó este imponente nombre de "Señor de la Gran Morada" o "Señor del Abismo" a "Señor de las Moscas", que es la traducción que suele darse en los textos evangélicos.(2)

Fuentes:
(1) "Libro de los hechos insólitos" Gregorio Doval. Ediciones del Prado, junio 1994. (Pag 315-316).
(2) http://es.wikipedia.org/wiki/Mosca