El zarangollo es un plato típico de la cocina huertana que básicamente consiste en un revuelto de calabacín, patata y cebolla con huevos y sobra decir que está muy bueno. Aunque parezca que esta es una entrada de cocina y voy a ponerme a explicar la elaboración, no van por ahí los tiros, sobre todo, porque hay montones de recetas de zarangollo surcando Internet, por ejemplo
esta ,y todas muy bien explicadas, por lo tanto mejor me ahorro el trabajito.
¿Porqué el titulo de la entrada, entonces? Porque en Murcia hemos estado en fiestas, las guays, las de Primavera. Y si hay algo típico de Murcia es el zarangollo. ¿Quien no come zarangollo durante estas fiestas? Es raro escaparse, entre otras cosas porque la ciudad se llena de Barracas donde la visita es obligada, si no sales de Barracas parece que no estás en fiestas, (a pesar de los precios prohibitivos) y donde uno se puede tomar, entre otras cosas, un zarangollo o unas morcillas o un arroz con conejo o unos paparajotes, es decir, gastronomía murciana pura y dura, que está muy rica y mejor que los menús de los Burguers y demás sitios por el estilo.
Tristemente ya han acabado, hasta el año que viene, que le vamos a hacer. Como decía Virgilio:
"Breve et irreparabile tempus omnibus est." O
lo que es lo mismo, el tiempo corre que vuela para todos y no piensa volver. Así que no queda otra más que hacerte a la idea que hay que volver a la rutina de todos los días y entonando aquello de Serrat, nos quitamos el traje de gala y lo cambiamos por el de faena.
"Y con la resaca a cuestas
vuelve el pobre a su pobreza,
vuelve el rico a su riqueza
y el señor cura a sus misas.
Se despertó el bien y el mal
la zorra pobre vuelve al portal,
la zorra rica vuelve al rosal,
y el avaro a las divisas.
Se acabó,
el sol nos dice que llegó el final,
por una noche se olvidó
que cada uno es cada cual."
Durante estas fiestas, mis visitas a este lado virtual de la vida han sido escasas y contadas, porque si hay fiesta y las circunstancias lo permiten, esta es sagrada. Ya sabéis, Carpe Diem (y este es el último latinajo que suelto, prometido) Los malos momentos se presentan solos y a traición, cuando menos lo esperas, así que no hay que dejar pasar la oportunidad de disfrutar ninguna de los buenas ocasiones que se nos pongan a tiro. Como acabo de decir, la fiesta hay que aprovecharla siempre...quiero decir, siempre y cuando los deberes de tus hijos te dejen.
No estoy en contra de los deberes, ni mucho menos, creo que sirven para afianzar la materia que el niño ha visto en clase, para ayudarles a estudiar, para practicar la teoría y sobre todo para crearles un hábito de estudio, los deberes bien puestos son muy útiles. Y explico lo de "bien puestos", porque estos tienen que ocupar una parte del tiempo que el niño pasa fuera del colegio, dejandoles tiempo para dedicarse a otras tareas que no tengan nada que ver con el cole y enseñándole también que el esfuerzo tiene su premio, que si hay un tiempo para trabajar, también hay un tiempo para disfrutar. Por el contrario, si el profesor envía tal cantidad de deberes que el niño apenas puede disfrutar de tiempo libre, el efecto positivo que se espera de ellos es totalmente nulo. Muchas veces el problema no es un profesor con querencia a mandar toneladas de deberes, sino muchos profesores con amplias "expectativas" sobre su asignatura, sin tener en cuenta que los demás profesores también tienen ese amor desmedido por la materia que imparten. Si a esto le sumas un horizonte lejano de 15 días de vacaciones, (aquí unimos las fiestas de Semana Santa a las de Primavera, no acaba de entrar el último paso del Domingo de Resurrección en la iglesia cuando ya estamos inaugurando las Barracas y sacando el traje de huertano del armario), las tareas con las que llega tu hijo a casa para las vacaciones pueden ser infinitas. Añádele a esto que tienes más de un niño, entonces ya sabes que vas a salir a la calle lo justito y necesario.
Así que toca organizar tareas para poder disfrutar un poco del tiempo libre y empiezas:
-A ver ¿que tienes de deberes?
-De mates 100 ejercicios...
-¿Cien?, claro de lo demás no tendrás, ¿verdad?
-Si, de inglés, estudiar los verbos irregulares, de ciencias, estudiar la tabla periódica, de sociales hacer un recortable sobre la Edad Media...
-¿Un recortarble?
- Si, podemos elegir entre la catedral de Notre-Dame, una iglesia románica, un castillo o una casa medieval.
-Vaya...(esto quiere decir que me toca pringar a mí, fijo).
Segundo paso, una vez que estás al día de las tareas, programar el tiempo para no llegar al último día con un aluvión de deberes y poder sacarle partido a las vacaciones.
Tercero, pringarte de lleno en las tareas por más vueltas que has dado para evitarlo:
-Mama, ¿me ayudas con lo de sociales?
-¿Que piensas hacer?
-Notre-Dame...
Nos dirigimos a sacar los recortables del ordenador, cuando veo el recortable de Notre-Dame se me cae el alma a los pies, seguro que el plano original de la catedral era más sencillo que la maqueta de marras. Opción descartada, ahora vamos a por la iglesia románica, una primera mirada y ya sabes cierto que esa tampoco va a ser. Me pregunto, ¿como puede caber tanta figurita para recortar en un espacio tan pequeño? ¿Las iglesias románicas no eran sumamente sencillas, hay que elegir necesariamente las más complicada? Segunda opción descartada. Vamos a por el castillo, mucho más factible, donde va a parar, pero una vez terminado no queda más grande que el tamaño de una mano (de una mano chiquitina, quiero decir) y cuando crees que has acabado tu hijo dice: "parece poco, voy a hacer también la casa medieval". Vale, piensas que debe ser más sencilla, para esa seguro que no necesita de mi ayuda. Le echas un vistazo y muy complicado no parece, es más, se ven hasta las pestañas para pegar una parte con otra, cosa que en el castillo era totalmente imposible. Comenzamos a hacer la casa y claro, como es tan sencilla ¿para que un dibujo para hacerte una idea de como va?¿Para qué una explicación más allá de "pegar por aquí" en las pestañas? (...que hasta ahí, si llegaba yo) ¿Porqué nadie te dice que son dos casas? Después de darle varias vueltas y descubrir que no es una casa de dos pisos, que no son duplex adosados y que no es una casa con varias alas llegamos a la conclusión que son: ¡Dos casas independientes! Y hasta aquí lo sencillo, porque ¿qué haces con un castillo y dos casas medievales?... fácil: ¡Un poblado medieval!
"Mamá, podemos hacer una montaña y encima ponemos el castillo, le hacemos un río y como en los personaje viene un dragón le podemos hacer una cueva y también..." A estas alturas me pregunto que es lo que vi en la maqueta de Notre-Dame que me pareció tan difícil, pero ya no hay vuelta atrás, es demasiado tarde, la única opción es seguir con el pueblecito de las narices. Y ahí tienes tu precioso tiempo de vacaciones invertido en hacer una montaña con papel de periódico, en pintarla, en hacer una valla muy mona para las ovejitas, en recordarle a tu hijo que no se vuelva a escaquear que el trabajo es suyo, en fin, una gozada de tiempo libre.
Mientras me quito el pegamento de los dedos me acuerdo de la seño de sociales, ¿como empleará ella el tiempo de vacaciones? Estoy segura que haciendo pueblecitos medievales, no. También recuerdo cuando era niña ¿porqué mis padres nunca se pringaban con mis deberes? Quizá fuese que esas cosas se hacían en el cole, puede ser que nosotros fuésemos más independientes, tal vez que los padres hemos cambiado o puede que todo a la vez. Pero ese es tema para otra entrada, porque en esta yo solo quería hablar de las fiestas.